- Para respaldar a Peña Nieto, el blanquiazul no impugnará la elección: senador electo
- Josefina Vázquez Mota,
una cínica
; su partido se prestó al fraude con Salinas de Gortari - Empresarios y poderes fácticos, en defensa de sus intereses, evitarán la invalidez de elecciones
Domingo 15 de julio de 2012, p. 5
Como hizo en 1988, cuando se ciñó a las exigencias del poder económico y no impugnó la elección para que Carlos Salinas de Gortari pudiera gobernar, el PAN se aliará al PRI y respaldará a Enrique Peña Nieto, sostuvo el virtual senador electo por el PT, Manuel Bartlett Díaz.
El ex secretario de Gobernación reveló que en julio de 1988, en pleno conflicto poselectoral, cuando el entonces candidato panista Manuel Clouthier del Rincón actuaba conjuntamente con Cuauhtémoc Cárdenas movilizándose para tratar de echar abajo la elección, que consideraban fraudulenta
, la cúpula del sector privado
intervino y pidió a la dirigencia panista dar marcha atrás.
La advertencia que los grandes empresarios hicieron a los líderes del PAN, sostuvo, fue que si la elección se anulaba, el ganador sería Cárdenas, no Clouthier, que había quedado en tercer lugar, y ellos a quien querían era a Salinas de Gortari
.
El PAN cedió, dijo, dejó solo a Cárdenas y a partir de entonces hicieron un pacto para cogobernar con el PRI, que perdura hasta ahora. A cambio, Salinas de Gortari “se comprometió a entregarles en las concertacesiones varias gubernaturas, otras posiciones políticas y llevar a cabo las reformas de la derecha. Ahí se inició el contubernio”.
Bartlett, uno de los candidatos del Movimiento Progresista más cuestionados en la pasada elección, que atrajo críticas constantes de la candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, quien lo acusó de operar el fraude contra Cárdenas en 1988, respondió que la señora es una cínica
.
Vázquez Mota me acusa de la caída del sistema, cuando fueron sus compañeros del PAN los que se prestaron al fraude con Salinas de Gortari
. Reiteró que la elección presidencial de 1988 no se calificó en la Secretaría de Gobernación, que él encabezaba, ya que carecía de facultades para ello, sino en el Colegio Electoral –instalado en la Cámara de Diputados– donde los panistas votaron a favor.
Es decir, si alguien hizo presidente a Salinas de Gortari no fui yo, sino el PAN, que lo avaló en el Colegio Electoral y, para rematar, después Diego Fernández de Cevallos convino con el PRI en quemar y destruir las boletas electorales.
La situación en estos momentos, recalcó Bartlett Díaz, es exactamente igual a la de 1988. “La señora Vázquez Mota grita y vocifera que la elección no fue equitativa; el presidente del PAN, Gustavo Madero, reconoce que se violaron los topes de campaña, que hubo compra de votos, que el PRI ganó a base de billetazos, pero en un conciliábulo acuerdan que no van a impugnar los comicios, ni a sumarse a la lucha de Andrés Manuel López Obrador por la nulidad del proceso”.