MÉXICO, D.F. (apro).- El cerco hecho a la Cámara de Diputados, en protesta por la reforma laboral, terminó con dos jóvenes atropellados del movimiento “#YoSoy132”, quienes fueron heridos sobre la avenida Eduardo Molina.
El estudiante David Olivos, quien fue arrollado por una camioneta Durango, color azul claro, con placas del Distrito Federal 848-SFC, señaló:
“Estábamos manifestándonos en eje 3 Oriente de manera pacifica; llega un tipo de una camioneta de vidrios polarizados, nos acercamos para decirle que no pasara. Se echa para atrás para agarrar la velocidad y nos atropella… según yo me pasó por encima.”
La otra joven, Cutzi Carranza Melo, fue trasladada al hospital Balbuena por las múltiples contusiones que sufrió.
Ante los hechos, alrededor de 20 estudiantes lograron detener, bajar de la camioneta y golpear al implicado, así como apedrear el vehículo rompiéndole los vidrios.
La lluvia caía de manera copiosa, cuando sucedió el incidente.
Mientras, en la calle Emiliano Zapata, miles de manifestantes miembros de los sindicatos de Electricistas, de la UNAM, Telefonistas, de la Energía Nuclear, de Antropología e Historia, así como de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de Educación, realizaban un mitin frente al recinto legislativo.
Ahí, las consignas fueron las de siempre: dar marcha atrás a la reforma laboral –que ya fue aprobada en lo general y se discute en lo particular en la Comisión del Trabajo–, contra la actitud de los diputados que “dejaron caer los derechos laborales logrados”.
La protesta fue aderezada con insultos contra Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y contra los legisladores.
El día fue largo. Desde las ocho de la mañana, integrantes del movimiento “#YoSoy132” y sindicatos culturales cercaron las entradas de la Cámara de Diputados, que fue resguardada por la Policía Federal y elementos de la Policía capitalina.
En la calle Cecilio Robelo, el estudiante Gustavo Polo, miembro de la asamblea del movimiento “#YoSoy132”, dijo a la agencia Apro que fueron agredidos por los federales cuando mantenían el cerco.
El hecho ocurrió a mediodía. Según Gustavo Polo, los jóvenes estaban sentados cercando el acceso, sin embargo, ante la insistencia de algunos diputados para ingresar a las instalaciones de San Lázaro, los policías federales se lanzaron contra el cerco humano, arrollándolos y varios estudiantes tuvieron lesiones.
Las horas transcurrieron con calma en las afueras de la Cámara, con el sol a plomo y las calles bloqueadas; con los estudiantes repartiendo propaganda a los automovilistas que hasta esa hora circulaban por el eje 3, Eduardo Molina; permitiendo la entrada libre al metro San Lázaro, durante una media hora.
Adentro, los legisladores no acabaron de discutir la reforma a la Ley Federal del Trabajo, decretaron receso y luego la pospusieron para el viernes 28 de septiembre a las 11 de la mañana.
Ya como a las cinco y media de la tarde, arribó el contingente sindical, encabezado por el SME y el STUNAM. La vanguardia con motos, y con agremiados caminando con una manta gigante que rezaba “Lozano, el secretario de Trabajo mas corrupto de la historia”.
Llegaron por la avenida Congreso de la Unión; marcharon desde el Monumento de la Revolución. Cuando se establecieron frente al recinto legislativo para escuchar a los oradores, como Martín Esparza del SME, los manifestantes arrojaron petardos a los jardines de la Cámara de Diputados.
Los líderes no llamaron a la calma y lanzaron su discurso. Les llovió, les granizo y el mitin duro alrededor de una hora. La mayoría de los asistentes festejó cuando acabo el acto político.
Con las calles convertidas en ríos, y con las ropas mojadas, los sindicalistas partieron al metro San Lázaro, pero al cruzar la avenida Eduardo Molina se encontraron a un grupo de jóvenes gritando desesperadamente: “¡Atropellaron a dos compañeros!”.
Los electricistas siguieron de largo y los estudiantes les gritaron “agachados”, “charros”, “nomás vinieron a pasar lista”, “les da miedo el agua, nos dejan solos…” Y solos se fueron a declarar y a protestar a la Agencia del Ministerio Publico número 2, donde también declaro el inculpado.
Ante el cero de los inconformes, la diputada del Partido Verde Ecologista, Elvia Pérez, se disfrazó de policía para burlar el cerco humano y asistir a la sesión en comisiones.
A bordo de un camión de granaderos, la legisladora logró entrar por la puerta 4 del recinto, junto con una decena de trabajadores de la Cámara.
Protestas en Chiapas
Paralelamente, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, unos dos mil 500 mil trabajadores del Sindicato de Salud del estado marcharon por las calles de la ciudad contra la reforma laboral que se discute en la Cámara de Diputados, por considerarla lesiva para la clase trabajadora mexicana.
José Luis Díaz Selvas, líder de la Sección 50 del Sindicato de Salud en Chiapas, dijo que de aproximadamente 5 mil 600 trabajadores, entre dos mil 500 o tres mil salieron a las calles para protestar en contra de la reforma pero sin descuidar sus labores ni afectar a la población chiapaneca.
Vestidos con playeras rojas y pantalones de mezclilla azul, hombres y mujeres, entre médicos, enfermeras, miembros de las diversas áreas del sistema estatal de salud en Chiapas salieron con pancartas para reprobar “una reforma laboral que daña los intereses de la clase trabajadora en México”.
Díaz Selvas recriminó al diputado priista chiapaneco Francisco Grajales Palacios, porque como miembro de la Comisión de Trabajo y Previsión Social aprobó el miércoles el dictamen de la iniciativa de reforma laboral.
Advirtió que, de aprobarse en la Cámara de Diputados la reforma recurrirán a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para echar abajo la iniciativa que envió el presidente Felipe Calderón.
Adelantó también que todos los sindicatos del país llamarán a una huelga general si se consuma el atraco contra la clase trabajadora.
Asimismo, anunció que enviarán una comisión al Distrito Federal para apoyar a los sindicatos que protestan frente a la Cámara de Diputados contra la reforma. (Con información de Isaín Mandujano).