En respuesta a diversos correos enviados a este espacio, a los comentarios publicados en MILENIO Diario y, por supuesto, a la explicación que merecen los miles de electores que en 2006 votaron por los senadores de la coalición Por el Bien de Todos, procedo a exponer las razones que motivaron mi cambio de grupo parlamentario en el Senado, del PRD al PT.
1) Senador de una coalición, no de un partido: en 2006 fui electo senador de una coalición integrada debidamente por tres partidos políticos (PRD, PT y Convergencia). Si dicha coalición electoral se sostiene posteriormente como un frente legislativo, es posible representar en el Congreso, de manera individual o conjunta, a cualesquiera de las organizaciones integrantes. Así lo permite la práctica parlamentaria. Tal es el caso de la coalición Por el Bien de Todos (PBT), que después de las elecciones se transformó en Frente Amplio Progresista (FAP).
2) Afinidad, convergencia y permutabilidad: La afinidad, la convergencia y la permutabilidad son principios inherentes a un frente legislativo como el FAP. De hecho, son principios reconocidos en el FAP, que establece la obligación solidaria de apoyar en todo momento a las organizaciones integrantes.
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