lunes, 8 de junio de 2009

Sin un inventario ni control de tóxicos

Iván Restrepo

En 1995 hubo en Oaxaca una importante reunión presidida por los ministros responsables de los asuntos ambientales de Canadá, Estados Unidos y México, integrantes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Allí se reconoció que el agua, la flora, la fauna y el aire, así como los ecosistemas que los albergan en los territorios de los tres países están vinculados y son interdependientes. Mostraron su preocupación por el transporte de sustancias tóxicas a través de las fronteras nacionales, pues algunas de ellas son persistentes y se bioacumulan en los organismos vivos causando muchas veces efectos irreversibles. En el ser humano desde cáncer hasta deficiencias en la reproducción. Por ello plantearon la necesidad de evaluar y desarrollar estrategias para tratar las sustancias químicas nuevas y existentes a fin de reducir y evitar los efectos adversos que ocasionan.
Leer Nota AQUI