viernes, 12 de septiembre de 2008

En algún punto nos hemos extraviado

Por Ricardo Andrade Jardí

Mientras en el país los imaginarios del miedo convierten en enemigo al vecino, al amigo, al primo, a la novia o al novio, al otro… y los capos del crimen organizado siguen “invirtiendo” en la inútil construcción de elitistas centros de descanso y recreación para turismo de segunda residencia sin que ninguna autoridad los toque, al tiempo que las “fuerzas del orden público” catean a ancianos inválidos y a sujetos, casi siempre jóvenes, “con aspecto conflictivo”.
El jueves 11 de septiembre se conmemoraron 35 años del fascista golpe militar que cegó la vida de Salvador Allende y aplastó el sueño de cientos de miles de chilenos que por un momento imaginaron que era posible la conquista de una sociedad más justa bajo las burguesas reglas de la democracia representativa y pocos años después el imperialismo yanqui y la “Democracia Corporation S.A.” les enseñaron el caro, carísimo precio de soñar con la justicia en un mundo donde el dinero impone dictaduras y derroca voluntadas populares.

Allende junto con su pueblo soñaron un mundo mejor y pagaron caro su desafío. Desde años antes y a la par lo soñaba también Ernesto Guevara y de la misma forma pagó su osadía en las tierras que hoy, 41 años después, han concretado parte del sueño cheguevarista eligiendo el camino de socialismo para Bolivia, la que al igual que el Chile de la Unidad Popular de Salvador Allende, sufre hoy los embates del imperialismo con hordas de jóvenes NINTENDO entrenados por las oligarquías racistas para ser la fuerza de choque contra la voluntad popular de cientos de miles de “indios” que han elegido y ratificado a Evo Morales como su Presidente.
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