Por María Teresa Jardí
Me quedo con lo dicho por la Virgen del Pilar “que no quiere ser francesa y que prefiere ser capitana de la tropa aragonesa”. Incluso porque no deja de estar en lo manifestado, por una de mis vírgenes favoritas, la muestra de identidad, no construida, de los mexicanos. Muchos mexicanos incluso clasemedieros en el fondo quisieran ser gringos y por eso no se horrorizan ante la entrega que del país al extranjero ha venido haciendo la derecha mexicana violando e incluso cambiándose las leyes para hacerlo. El denunciarlo le costó, no lo debemos olvidar, la vida a Abraham Polo Uscanga.
No le demos más vueltas al asunto de la violencia. En esa ausencia de identidad, escandalosamente exhibida por el usurpador y su equipo, están los responsables de la violencia inaudita que llega ya a los cortes de cabezas para cancelar las garantías y reprimir hasta a la Virgen de Guadalupe que no debe poder dejar de llorar por sus hijos mexicanos junto a la Pilarica.
Como la única certeza que nos han dejado es la de que no podemos creer en nada de lo que desde el gobierno se nos diga. Parece empezar a saltar a la vista que lo del “resuelto” asesinato del niño Fernando Martí no es más que otro montaje.
Veamos. Escuché en su primera entrevista a un medio, que fue radial, no televisivo, por cierto, a la familia del presunto cabeza de la Banda de la Flor y la verdad es que frente a lo dicho por ellos en el sentido de que es falso lo de las muchas propiedades y el dinero a pasto que los secuestradores atesoran, no han presentado pruebas en contra las autoridades. La mujer asegura que no fue miembro de la DIPD y los hijos que no tiene la fortuna que le quieren achacar al que “convenientemente” sufriera el grave atentado que le imposibilita para hablar antes de que lo refundan en el Guantánamo a la mexicana que son las cárceles de alta seguridad con las que ya amenazan que lo van a internar sin dar a conocer las pruebas definitivas de que él es el delincuente que dicen que es.
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